En 1940.. existía un caballero de singular presencia..
En los bulliciosos años 40, un caballero enigmático y seductor emergía entre la multitud, conquistando corazones femeninos con su encanto indomable. Su presencia imponente y su mirada penetrante encendían pasiones y desataban suspiros entre las damas de la época. Con un porte gallardo y una sonrisa intrigante, era el epítome del galán irresistible. Las mujeres, rendidas a sus pies, rezaban por el dulce éxtasis de su amor.
En colaboración con Fundación Iberoamericana para el fomento de las Artes y su modelos.