Un canto en su ser..
A sus 27 semanas, un canto en su ser, dulce esperanza, un milagro a nacer. Cada caricia, un lazo invisible, con el hijo amado, un amor invencible.
Sus manos acarician el corazón en espera, como alas de ángel, suaves en primavera. Con cada suspiro, un susurro de vida, el eco de un alma a ser bienvenida.
Sus ojos brillan, estrellas en la noche, sueños tejidos con hilo de su derroche. Una madre primeriza, valiente y radiante, en su corazón, la promesa constante.
Un abrazo eterno, un amor sin final, el nacimiento cercano, un viaje astral.