En el rincón sagrado...
Donde los sueños florecen, una joven espera, con amor crecen, suspiros de vida, un tesoro guardado, bajo su corazón, un milagro gestado.
Con cada latido, una canción de ternura, un lazo invisible que el alma asegura, esperanza y vida, un solo compás, en su ser resplandece un destino audaz.
La brisa acaricia su vientre redondo, en su pecho un amor tan hondo, como un río sereno que fluye sin fin, en su mirada, el reflejo del porvenir.
En la quietud del momento, la vida se abraza, la joven madre sonríe, su alma enlaza, con el ser diminuto que danza en su ser, un prodigio de la naturaleza por nacer.
Los destellos de luz juegan en su piel, como un lienzo pintado, un amanecer fiel, capturando el instante donde el amor reside, una joven madre, un corazón que no divide.
La creación del ser humano, un milagro divino, en su vientre una historia, un destino opulento, una joven embarazada, esperanza y fe, en su sonrisa, un mañana que renace y se ve.